El circo anual de los presupuestos del estado

Entre la recta final de la liga de fútbol y el punto álgido del teatro de la economía que es la presentación de los presupuestos anuales del estado, no sé cuál causa más furor y hace correo más ríos de tinta.

Bueno, en el caso de los presupuestos, ya no son ríos de tinta sino chorros de megabytes. Un punto más para la economía en el marcador de lo de ser respetuoso con el medio ambiente.

Hoy se ha producido el gran acontecimiento de la entrega de los presupuestos en el Congreso. Para conmemorar los avances tecnológicos del Gobierno (que acaso no los financieros), un para de imágenes de cómo han adelgazado los presupuestos en los últimos años — desde la época de la descarga de no-sé-cuántos libros bajo la atenta mirada de los leónes hasta un lapicito de memoria.

Véanse.

Antes:
Pedro Solbes, Ministro de la Economía, y Manuel Marín, Presidente del Congreso de los Diputados, frente a una pequeña porción de los antiguos libros de los presupuestos, hace unos añitos.

Quería poner una foto de la descarga de los libros de la furgoneta del Ministerio de Hacienda, pero no encontré ninguna. Como esto ya es historia, no interesa.

Foto de El País


Después:
El susodicho Solbes, ahora con el actual Presidente del Congreso de los Diputados, José Bono. (Marín no sobrevivió. Así es la vida.)

¡Qué caras de felicidad con el invento!

Foto de La Vanguardia

La foto de la luna

Bueno, por fin he conseguido hacer una foto más o menos satisfactoria de mi luna llena, con unos cuantos retoques. No es tan espectacular como la escena vista en la vida real, pero ahí está, para recordarla.

Lunizada

Creo que acabo de inventar una palabra. O quizá sería mejor decir "lunatizada". Da lo mismo.

Esta noche, volviendo a casa, allí estaba ella, esperándome, colgada cual bola anaranjada, bien subida en su camino pero todavía cerca del horizonte, para que la viéramos bien, en todo su esplendor.

Y cuando me acerqué más al mar, su estela plateada, hoy con tonos de naranja, que siempre me invita. ¡Ay, cómo me gusta la luna llena! Y más en una noche como ésta, después de un par de días de un resfriado de campeonato. Seguro que mañana estaré curada.

Quise parar en el puente para contemplarla con su camino de plata, pero llevaba una hilera de coches detrás. De repente me acordé que podría ver todo bien desde mi azotea, así que subí nada más llegar a casa. Hasta saqué unas fotos. Había jurado que dejaría de hacer fotos de la luna porque nunca me salen bien, pero no pude resistir. Mañana veremos cómo están éstas.

Querido blog,

Hoy es sábado pero me parece domingo. Todo el día mirando el calendario porque no me lo acababa de creer, con tanta paz y tranquilidad. Se han marchado los veraneantes, ha dejado de hacer calor + humedad y hay un vientecito que está agitando el oleaje.

Anoche se me presentó un buen resfriado, para celebrar esta repentina entrada en otoño, y hoy no he sido capaz de hacer nada...productivo, se entiende. Todo el día haciendo lo que me daba la gana, y sin necesidad de buscar un pretexto. Sólo que no me siento muy animada. Bueno, todo pasará... Un poco de quietud de vez en cuando nos va bien. Por eso nos resfriamos, supongo.

Te regalo una imagen para celebrar el otoño.



Hasta otro día.